¿por qué neurodesarrollo y neuropolítica?

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Este  blog  surge  como una forma de  encausar  y  darle  disciplina  a mi interés  por la neurociencia y su  relación con las  formas de  organización política y  moral de cada  persona y  que  termina constituir  la  sociedad. Considero que la búsqueda debe  surgir  en un nivel  anterior a la conformación de las instituciones sociales, sus roles,  normas y reglas. Y muy  por encima de aquello que  denominamos  conciencia. Debe  surgir  de nuestra constitución como  seres vivos, y específicamente  como esa especie dentro de los mamíferos que generó nuestro tipo de  organización. Considero  que la  repuesta debe estar  en nuestro cerebro y  la forma  como establecemos  conexiones cerebrales.

Desde hace  algunos  años en  múltiples investigaciones se ha  demostrado, cómo la  respuesta de  algunas  especies  ante algunos estímulos  es  instintiva y  hace  parte de la  carga  genética  con la  que  lograron adaptarse  y evolucionar los  individuos que  pertenecen a  esta.

Pero entonces  surge  la  pregunta, ¿nuestra forma de  organización social es producto de nuestra carga genética  o de  nuestra capacidad racional para  adaptarnos a cada contexto? Hay  respuestas desde la  psicología, la  antropología y la biología que  validan una y  otra  posición, sin embargo ninguna ha  sido  concluyente.

Algunos  prefieren una respuesta mixta,  que  sin embargo  cae  también en la misma  incapacidad de poder  explicar cuál es el  alcance de  nuestra  carga  genética en  la organización  social y  política que  creamos y cómo  decidimos moralmente y por qué  decidimos  lo que  decidimos.

Estas preguntas  tienen  relevancia, en tanto que los  avances que se  hacen  diariamente en neurociencia, pueden explicar cómo ocurre  el desarrollo de  nuestro  pensamiento político, si existe  realmente  eso  que  llamamos  política y cómo la  ética puede  generar ese  carácter de lo político  en  nuestra mente, y  en nuestra vivencia de lo social.  Al  tiempo que existe un  aspecto  bioético de  fondo, pues muchos científicos de la neurociencia  han centrado  su  atención en aspectos instintivos y respuestas a conductas que  tienden a mostrar un “deber  ser” de los  humanos y  unos  aspectos de “normalidad”, que desde las investigaciones son claros pero  que  a la luz de los  conceptos fundacionales que se manejan desde la  filosofía comienzan  a perder esa  claridad y  nitidez, y  aún  más  importante se puede correr el  peligro de  reducir derechos y responsabilidades ha personas que no obedecen  los patrones  establecidos como “naturales”,  y búsqueda de  tratamientos para tratar  los  “desordenes biológicos”, podríamos  regresar a unas  nuevas  formas de totalitarismo como en la época de Hitler, Mussolini, Franco o el  mismo Stalin,  donde  los  que no encajaban eran segregados  o eliminados. 

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